Una vez más me quedo sin aliento,
pensando en lo que no es todavía
buscando una respuesta en el aire,
solo encontrando tropiezos en el alma.
Me caigo, me levanto y continúo
constante es esta mi absurda rutina,
desde ese día de febrero, que te vi.
Poco a poco te voy conociendo,
descubriendo algo nuevo de tu vida
que me consume en un suspiro,
hoy más lleno de tristeza.